El miércoles, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó un préstamo de $75 millones para el “Programa de Apoyo a la Movilidad Urbana Baja en Emisiones”. Este préstamo fue suscrito el 22 de abril con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y había sido previamente autorizado por la misma Asamblea Legislativa el 15 de abril de 2024.

El crédito, que deberá ser pagado en un plazo de 15 años con un período de gracia de 54 meses, incluye una comisión de compromiso del 0.35%. Los fondos se destinarán a acciones para mejorar la movilidad urbana con bajas emisiones desde 2022, incluyendo estudios de preinversión, inversión, y la adquisición de equipos para estructurar e implementar un plan piloto de vehículos de bajas emisiones, con el objetivo de obtener un “transporte más seguro y amigable” en el país.

Durante la sesión, la diputada Claudia Ortiz cuestionó la asignación de más fondos a la deuda en lugar de a sectores como la educación o la salud. “Ante un uso irresponsable de tu dinero, voté en contra de un préstamo por $51 millones destinados a un programa para la movilidad urbana”, declaró Ortiz.

Por otro lado, el ministro de Hacienda, Jerson Posada, defendió el préstamo al firmarlo, diciendo: “Viene a impulsar todos los esfuerzos que el gobierno está realizando en movilidad urbana”.

El gobierno también tiene un proyecto para la renovación de la flota del transporte público, y uno de los primeros pasos es la suscripción de un crédito en especie con la empresa china Yutong para adquirir 1,500 autobuses chinos.

La aprobación de este préstamo representa un avance en los esfuerzos del país para mejorar su infraestructura de transporte y reducir las emisiones, aunque no está exenta de controversia debido a las prioridades presupuestarias debatidas en la Asamblea.