Amnistía Internacional denuncia presiones del Gobierno chino sobre estudiantes en el extranjero
La Organización No Gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha lanzado acusaciones contra el Gobierno chino, alegando que este está ejerciendo un control intimidatorio sobre sus estudiantes en el extranjero para evitar su participación en cuestiones políticas delicadas para Pekín.
Según un informe publicado este lunes por AI, los estudiantes chinos en el extranjero enfrentan una vigilancia constante por parte de las autoridades, tanto en persona como en línea. El informe destaca que muchas de estas medidas están dirigidas a disuadir el activismo en el extranjero y llama a las universidades a proteger la libertad académica y los Derechos Humanos.
Sarah Brooks, directora de Amnistía Internacional para China, ha declarado: “Los testimonios recogidos en el presente informe exponen los métodos intimidatorios con los que los gobiernos de China y Hong Kong tratan de silenciar a la población estudiantil, incluso a miles de kilómetros, lo que les lleva a vivir con miedo”.
El informe detalla casos de estudiantes que fueron amenazados después de participar en eventos o actividades consideradas sensibles por el Gobierno chino, como homenajes a las víctimas de la masacre de Tiananmen en 1989.
Estas acciones de represión, según AI, forman parte de lo que denominan como represión transnacional, donde el Gobierno chino intenta controlar, intimidar o disuadir la disidencia y las críticas de sus ciudadanos en el extranjero.
Entre las tácticas empleadas se incluye el hostigamiento a familiares en China, la presión para cortar la ayuda económica a estudiantes en el extranjero y la autocensura generalizada por parte de los estudiantes por miedo a represalias.
AI ha instado a los gobiernos de los países de acogida y a las universidades a tomar medidas concretas para proteger los derechos de los estudiantes chinos en el extranjero y ha destacado la importancia de la educación de la comunidad y la denuncia de posibles incidentes de represión.
El informe concluye señalando que la represión transnacional del Gobierno chino representa una seria amenaza para la libertad académica y los Derechos Humanos en todo el mundo, y que es necesario que se tomen medidas urgentes para contrarrestarla.