Durante una reunión con el presidente francés Emmanuel Macron y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente chino, Xi Jinping, rechazó rotundamente la noción de un problema de “sobrecapacidad” en China que afecte al comercio mundial.

Xi destacó el papel de la industria china de nuevas energías en el aumento de la oferta mundial y en la mitigación de la presión inflacionaria a nivel global, según informó la diplomacia china. En sus palabras, el supuesto problema de sobrecapacidad “no existe” ni desde la perspectiva de la ventaja comparativa ni en términos de la demanda mundial.

La visita de Xi a Europa se da en medio de tensiones comerciales y económicas, con la Unión Europea preocupada por el equilibrio entre las economías subvencionadas de Estados Unidos y China, que distorsionan la competencia. La Comisión Europea ha intensificado sus investigaciones sobre las ayudas estatales chinas en sectores como los autos eléctricos.

La Unión Europea ha afirmado que no dudará en tomar medidas firmes para proteger su economía y seguridad, mientras que Macron abogó por relaciones comerciales “equilibradas” con China.

Sin embargo, las opiniones en Europa sobre cómo abordar esta cuestión no son unánimes, con referencias veladas a Alemania, que se enfrenta a acusaciones de querer proteger sus exportaciones de autos a China.

Las medidas adoptadas por la UE han sido consideradas como “proteccionistas” por Pekín, que ha lanzado su propia investigación contra las subvenciones estatales, incluyendo el coñac francés, lo que ha generado tensiones adicionales en el ámbito comercial.