El presidente Vladimir Putin tomará posesión para su quinto mandato en Rusia, habilitado por una controvertida reforma constitucional que eliminó el límite legal para su permanencia en el Kremlin hasta 2030.

La ceremonia oficial se llevará a cabo en el Salón de San Andrés del Kremlin, marcando un nuevo capítulo en el extenso período de Putin en el poder, que comenzó en el año 2000. A pesar de su aplastante victoria en las elecciones del pasado marzo, con más del 87 % de los votos, su continuidad en el poder ha sido cuestionada por las potencias occidentales.

Sin embargo, su quinto mandato inicia con desafíos pendientes, principalmente la situación en Ucrania. A pesar de los avances militares en regiones como el Donbás y Járkov, la victoria en el conflicto ucraniano aún está lejos. Las tensiones con Occidente también han aumentado, evidenciadas por la realización de maniobras militares con armas nucleares tácticas en respuesta a declaraciones amenazantes de líderes occidentales.

Además, Rusia enfrenta desafíos internos, como el reciente atentado terrorista en Moscú, que dejó al descubierto debilidades en la seguridad del país. Mientras Putin intenta consolidar su liderazgo, la oposición y la sociedad civil critican su enfoque represivo hacia la disidencia interna.

El quinto mandato de Putin comienza bajo la sombra de múltiples desafíos, tanto dentro como fuera de Rusia, que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo en los años venideros.