Carlos vive con el miedo constante de perder a su compañera de vida, Jocelyn Beatríz Rivera Menjívar, quien se encuentra recluida en el penal de Apanteos desde hace un año y ocho meses, tras ser detenida en el marco del régimen de excepción. La noche del 26 de agosto de 2022, tres policías se presentaron en su hogar mientras Jocelyn amamantaba a su hijo de un año y tres meses. A pesar de que uno de los agentes no encontró registro de Jocelyn en el sistema, otro sugirió su detención, afirmando que pronto encontrarían algo en su contra.

Carlos relata que, tras llevarla a la delegación policial, los agentes acusaron a Jocelyn de pertenecer a una pandilla, a lo que él se opone firmemente, pues compartió diez años de vida con ella sin observar ningún indicio de tal asociación. Su mayor temor radica en el estado de salud mental de Jocelyn, quien previo a su detención había enfrentado problemas depresivos debido a la pérdida de su primer embarazo.

Presentando un habeas corpus ante la Corte Suprema, Carlos expuso las preocupantes condiciones de salud de Jocelyn, alegando que su situación se ha deteriorado aún más desde su encarcelamiento. Un informe de Medicina Legal revela que Jocelyn padece esquizofrenia, además de presentar problemas dermatológicos, crisis de ansiedad, depresión y tendencias suicidas. El documento enfatiza la necesidad urgente de atención psiquiátrica y terapia para evitar consecuencias fatales debido a la falta de tratamiento.