Migrantes provenientes de Venezuela, Ecuador, y Colombia, que participan en la caravana “viacrucis migrante”, expresaron su rechazo hacia la propuesta del Gobierno mexicano de otorgarles 110 dólares mensuales a cambio de regresar a sus países de origen, calificando la oferta como una “humillación” ante los peligros que enfrentan en su travesía hacia la capital mexicana.

A su vez, los migrantes, provenientes de diversos países de América Latina, coinciden en que dicha cantidad es insuficiente, señalando las dificultades económicas que enfrentan en sus países de origen, por lo que, demandan ser escuchados y recibir un mayor apoyo para continuar con su travesía hacia Estados Unidos.

Tras un contexto de creciente tensión, los indocumentados avanzan en su camino hacia la capital mexicana, mientras las elecciones presidenciales en ambos países alimentan el debate sobre la migración irregular.