Después de 52 años desde su última misión lunar, Estados Unidos ejecutará una nueva misión. La misión IM-1, a bordo del módulo lunar Odiseo de 4,3 metros operado por la compañía Intuitive Machines, logró un aterrizaje suave en el polo sur lunar, cerca del macizo de Malapert, a unos 300 kilómetros del polo sur del satélite.

Así mismo, el aterrizaje de este marca un hito en el progreso científico de la NASA y el programa Artemis. El objetivo de Odiseo es investigar las interacciones de la superficie lunar, estudiar el clima espacial y realizar pruebas de tecnologías de aterrizaje, para futuras misiones y el regreso de astronautas a la Luna. 

Finalmente, el operativo, que comenzó el 15 de febrero a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, representa un paso significativo hacia los objetivos del programa Artemis.