El mundo del fútbol está de luto tras la repentina muerte de Andreas Brehme, el futbolista alemán que marcó el gol decisivo en la final del Mundial de 1990 contra Argentina. A los 63 años, Brehme deja un legado imborrable en la historia del deporte.

El Bayern de Múnich, su antiguo club, expresó su profunda consternación ante esta pérdida. “El FC Bayern está profundamente conmocionado por la repentina muerte de Andreas Brehme”, anunció el club en un comunicado, recordando con cariño la contribución de Brehme como campeón del mundo y como una persona excepcional.

Brehme, quien jugó dos temporadas con el Bayern de Múnich a mediados de los años 1980, entró en la historia del fútbol alemán con su único gol en la final del Mundial de 1990, disputada en Italia. Su tanto desde el punto penal contra Argentina el 8 de julio de 1990 en el Estadio Olímpico de Roma aseguró el título mundial para Alemania.

El Mundial de 1990 no solo marcó suceso histórico en la carrera de Brehme, sino que también fue el último título de la República Federal Alemana antes de la reunificación del país.

Con una destacada carrera internacional, Brehme anotó ocho goles en 86 partidos con la selección alemana entre 1984 y 1994. Además de su histórico gol en la final del Mundial de 1990, también dejó su huella con un memorable lanzamiento de falta directa contra Francia en las semifinales del Mundial de México-1986.

A lo largo de su carrera, Brehme jugó en clubes destacados como el Kaiserslautern, el Bayern de Múnich y el Inter de Milán, donde ganó varios títulos nacionales e internacionales. Incluso tuvo una breve etapa en España con el Real Zaragoza en la temporada 1992-1993.

El Inter de Milán, uno de sus clubes más importantes, expresó su pésame y anunció que los jugadores lucirán un brazalete negro en su honor durante el partido de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid.

La partida de Andreas Brehme deja un vacío en el mundo del fútbol, pero su legado como una leyenda del deporte perdurará para siempre.