En medio de la expectación electoral en El Salvador, una medida ha captado la atención de la sociedad: la Ley Seca. ¿Cuáles son los detalles que respaldan esta decisión gubernamental?

El magistrado propietario del TSE, Guillermo Wellman, explicó que “la ley seca pretende evitar accidentes y desórdenes que puedan trastornar esta fiesta cívica electoral. Esto abarca un día antes, el día de las elecciones y el día posterior a las elecciones.”

La Ley Seca, en vigencia desde el 3 de febrero hasta el día después de las elecciones programadas para el 5 de febrero, tiene como objetivo principal asegurar un ambiente de tranquilidad y seguridad durante el proceso electoral. La medida busca prevenir posibles altercados vinculados al consumo excesivo de alcohol en eventos políticos.

Además de su carácter temporal y específico para este periodo electoral, las autoridades han insistido en que la Ley Seca tiene como propósito fundamental salvaguardar la integridad del proceso democrático. La restricción temporal de la venta y consumo de alcohol se presenta como una estrategia clave para evitar situaciones de violencia que podrían afectar negativamente el desarrollo normal de las elecciones.

La implementación de la Ley Seca destaca la importancia de la participación ciudadana en el proceso electoral. La medida se convierte en un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad de cada ciudadano en el fortalecimiento de la democracia. La prohibición temporal del alcohol no solo busca prevenir incidentes durante las elecciones, sino que también resalta la importancia de un ejercicio cívico pacífico y ordenado.